Los defraudadores se han convertido en uno de los principales peligros para los queretanos. Cada mes, en promedio, 395 denuncias se reciben en la Fiscalía General del Estado de personas que han sido víctimas de este tipo de delitos.
Los datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo para el Sistema Nacional de Seguridad Pública revelaron que en Querétaro, durante enero, se registraron 408 denuncias, seguidas por 321 en febrero, 443 en marzo, 339 en abril, 426 en mayo, 434 en junio, 349 en julio, 423 en agosto, 375 en septiembre y 437 en octubre.
Mariano Castro Ramírez, abogado experto en fraudes, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), destacó que si bien la situación no es crítica en la entidad, sí es la de mayor problemáticas ocasiona, recordando que según el mismo Secretariado Ejecutivo, la entidad se encuentra por encima de la media nacional.
“Estos son datos recientes, al menos del primer semestre de este año. Estuvo en 27% arriba de la media nacional, lo cual no es poco. El fraude se ha posicionado como el delito de mayor incidencia en esta categoría en Querétaro, superando al daño a la propiedad y ubicándose por debajo de los robos, que son los tres principales delitos en este rubro”.
El experto advirtió sobre la sofisticación de las tácticas utilizadas por los defraudadores y destacó la importancia de que la población esté informada y tome medidas de precaución.
“Hay distintos tipos de fraude que se dan en la entidad, pero el fraude más común en Querétaro es el ‘phishing’ o suplantación de identidad en línea. Los delincuentes aprovechan la tecnología para engañar a las personas y obtener información confidencial. Siempre hay que estar atentos ante cualquier situación, sobre todo en redes sociales”.
El incremento económico en Querétaro ha generado una dinámica que, aunque beneficiosa para el desarrollo local, también ha despertado el interés de defraudadores, por lo que Castro Ramírez resaltó que el auge económico ha convertido a la entidad en un objetivo para aquellos que buscan explotar la prosperidad de la región en su propio beneficio.
“El crecimiento económico de Querétaro es una doble cara de la moneda. Si bien es un testimonio de la próspera actividad económica y el atractivo para inversionistas, también representa un desafío en términos de seguridad financiera. La creciente atención de defraudadores hacia nuestra región es una consecuencia natural del éxito económico”.