Pudo más una taquiza que mi más ferviente amor…
Cuando yo me declaraba, te dio un hambre de pavor…
Yo te hablaba de Bonanza y te empezaba a apantallar…
Y las tripas de tu panza comenzaron a chillar…
Si pa’ un taco no te alcanza no salgaís a platicar…
Al pasar frente a los tacos, yo te daba el corazón…
Tú en lugar de recebirlo te metiste hasta el rincón..
Y pa’ decirte que te quiero ya te tuve que alcanzar..
Tu ordenabas al taquero 3 de lengua pa’ empezar..
Otros tacos de suadero, 6 de bofe y de cuajar…
Te expliqué casi llorando que te amaba con pasión…
Tu le entrabas a los de ojo, tripa gorda y corazón…
Y cuando quise poner fecha, pa’ la iglesia y pa’l cevil…
Te aventates como flecha al cachete y nenepil…
Erutabas satisfecha, ay hijita, yo te hablaba de perfil..
Al seguir con los de oreja, entrome la preocupación…
Vino trompa, sesos, buche, los de nana y chicharrón..
Siguió el cuero a la taquiza y hasta el hígado surgió…
Y llegó la longaniza, la cecina, el riñón…
y al entrarle a la maciza, me saliste con que no…
Al notar que me enojaba te alcanzaste a refinar…
Tres cervezas bien heladas y seis machitos pa’cabar..
Cuando al fin llego la cuenta me tuvieron que prestar…
Y entonces me dijiste con tu dulce, angelical y argentina voz…
«Ya estuvo bueno de botana, hora invítame a cenar»
Que te mantenga el gobierno, vaya forma de tragar!!.