Pese al esfuerzo de las corporaciones policiacas para orientar sobre este problema, el tema sigue alterando la estabilidad social y emocional de cientos de familias amenazadas telefónicamente. Aunque la cantidad de intentos de extorsión no se tienen cuantificados y el número de denuncias formales no representan una tema preocupante, lo cierto es que cada vez son más, a lo largo y ancho de la zona norte del estado, las llamadas de extorsión en casas habitaciones y aparatos celulares.
Solo por mencionar un dato relevante en el “corazón de la Sierra Gorda”, o sea en Jalpan de Serra, Qro., durante el 2019 fueron alrededor de 800 llamadas de extorsión las que se sabe que se registraron en ese año. Y lo que va durante este año van como 120.
Tomando en cuenta ese dato, se puede estimar el fuerte problema que se está viviendo, problema que tiene muy alterada, sobre todo a la gente mayor que, como en Tilaco, Landa de Matamoros ya han sido extorsionadas exitosamente por los delincuentes telefónicos.
El tema es de gran importancia social, ya que la estabilidad emocional de las personas está afectando su salud y también la tranquilidad de las comunidades que ya no saben cuándo recibirán una llamada con palabras altisonantes y con llantos de extorsión.
Por fortuna, las corporaciones policiacas serranas se han puesto la camiseta y han hecho públicas las recomendaciones pertinentes al caso como son, no dar ningún tipo de información personal. Colgar inmediatamente. Reportar al 089 para la desactivación del número extorsionador. Bloquear el número extorsionador. Marcarles a sus familiares para saber que están bien. Y se dan números telefónicos de emergencia para apoyarles al 911.