Por Víctor Manuel Sánchez Bandala
Los siniestros ambientales recién registrados en la región serrana, donde hubo varios incendios de inmenso daño forestal, como en Pinal de Amoles, Arroyo Seco y Jalpan de Serra, se pudo constatar la solidaria colaboración y ayuda de la población en general, incluso más allá de la intervención de los gobiernos locales.
Aunque en otras muchas ocasiones en nuestro país se han registrado actos de la fraternidad social, como en inundaciones y terremotos, por ejemplo, en esta ocasión hombres y mujeres de todas las edades se sumaron a lucha frontal contra los incendios.
En este sentido, vale resaltar la decidida y noble participación de cientos de personas, sobre todo de jóvenes, que sin temor a su seguridad personal, encararon el fuego son los diversos frente donde los incendios avanzaban en numerosas hectáreas de la región serrana.
Aquí, es donde se debe reconocer e incluso estimular, con empleos, becas y apoyos a los “jóvenes banda”, de la comunidad de Purísima de Arista, Arroyo Seco, jóvenes que por sus características de comportamiento se les ha calificado de “banda”, pero que en los siniestros registrados en varias localidades de Arroyo Seco, mostraron su bondad y solidaria reacción.
Pese a que el siniestro de Jalpan de Serra, allá por Valle Verde, por su impacto tuvo la mayor atracción mediática, institucional y social, también casi paralelamente estaban vivos varios incendios en los municipios de Pinal de Amoles y Arroyo Seco.
Sobre estos últimos, fue menor la difusión pero no por ello de poca importancia, sobre todo para las comunidades afectadas, es donde los “chavos banda” de Purísima de Arista, incluso casi sin herramientas contra incendios han dado de que hablar positivamente. Así pues, la solidaridad es inmensa y de amplio valor social.