Tancama: La joya arqueológica de la Sierra Gorda queretana

Ubicada en las imponentes laderas del Cerro Alto, en pleno corazón de la Sierra Gorda de Querétaro, la zona arqueológica de Tancama emerge como un testimonio vivo de la riqueza prehispánica de la región. Este asentamiento tuvo un largo periodo de ocupación, que abarca del año 200 a.C. al 900 d.C., durante el periodo Clásico mesoamericano.

El sitio destaca por su planeación arquitectónica, que se adaptó magistralmente al terreno montañoso para construir terrazas y plataformas que aún asombran a los visitantes. Desde sus alturas, el paisaje es simplemente insuperable, ofreciendo una vista panorámica que conecta con la espiritualidad de sus antiguos habitantes.

Tancama cuenta con tres grandes plazas ceremoniales: El Mirador, Santiago y La Promesa. En ellas se han identificado un total de 56 estructuras, entre las que se incluye una pequeña cancha de juego de pelota, evidencia del dinamismo social y religioso que tuvo este centro.

Uno de los fenómenos más notables ocurre durante el solsticio de invierno, cuando el sol se alinea perfectamente con el Cerro Alto, lo que sugiere un profundo conocimiento astronómico de las culturas que lo habitaron.

El proyecto arqueológico en Tancama comenzó en 1999, con trabajos de exploración, restauración y conservación de edificios. Finalmente, en noviembre de 2011, el sitio fue abierto al público, incorporando nombres simbólicos en algunas estructuras, inspirados en hallazgos específicos durante las excavaciones.

Hoy en día, Tancama no solo es un sitio arqueológico, sino también un espacio de contemplación, identidad y conexión con el pasado. Una visita imperdible para quienes desean conocer las raíces más profundas de Querétaro y su legado ancestral.

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