La tradición data desde varios siglos atrás; en México es una costumbre que se caracteriza por prender fuego a personajes públicos, principalmente políticos, para terminar con el mal y la traición.
Las generaciones más jóvenes tal vez no recuerden las costumbres populistas de México en el Sábado de Gloria, que comenzaban desde muy temprano con un buen baño de agua a quienes pasaban por la calle. Ya sea en globos rellenó se de agua, cubetadas y hasta manguerazos, nadie se salvaba de un buen remojón, – de ahí nace la frase: ¡te bañas cada Sábado de Gloria!, esto también porque en muchas familias se tenía la costumbre de no ducharse ni en Jueves ni Viernes Santo, en señal de luto-. Niños, jóvenes y hasta uno que otro adulto “maldoso”, hacían de este día una verdadera fiesta con el vital líquido, tradición que se prohibió por el desperdicio tan irracional de un recurso natural que no debe ser desperdiciado y que por desgracia cada vez es más escaso.
Ya por la tarde las familias se reunían a “quemar a los Judas”, en casa y en plazas públicas, muñecos de cartón con pólvora eran prendidos pues con ello se creía se acababa la maldad y la traición que hizo el apóstol Judas Iscariote al vender a Jesús por 30 monedas de oro.
Se dice que esta tradición es por demás vieja e inicia como una costumbre de origen turco, la cual se consagró en la península ibérica durante la ocupación árabe hasta el siglo XIV, y que llegó a México con los españoles en el siglo XVI.
Las primeras figuras eran representadas por unos diablos con grandes cuernos, tras los años los artesanos cartoneros han recreado personajes de la vida pública en México, como parte de la sátira política y hace algunos años uno de los “Judas”, más famosos era el de Carlos Salinas de Gortari, ex presidente de México a quien se le caricaturizó su figura, con todo y banda presidencial. Otra a quien le hicieron su “Judas” es a la conductora regiomontana Karla Panini, quien le “robó” al marido a su amiga Karla Luna (QEPD) cuando ella tenía cáncer.
La tradición popular indica que el sábado cuando ya se va abrir la gloria y se da paso al Domingo de Resurrección, se prende la figura de cartón como símbolo de terminar con el mal y comenzar una nueva vida en Cristo.
En Querétaro los tradicionales puestos de Semana Santa en el Centro Histórico, venden estas figuras, sin embargo desde años anteriores han visto mermada la venta donde incluso los comerciantes tienen que echar mano de otros productos “para que salga”.
Por ello los artesanos del oficio de la cartonería queretana piden a la población en seguir prevaleciendo la costumbre popular y comprar sus Judas en el Jardín Guerrero, para que esta tradición continúe por más generaciones.
