- Preocupadas por no dejar huellas del delito, las administraciones municipales, sobre todo donde habrá cambios de gobierno partidista, retrasan el relevo hasta donde sea legalmente posible.
Sierra Gorda queretana. Bajo la sospecha, infundada o no, ronda sobre el ambiente de los municipios de la región, en los gobiernos salientes donde se presume que hubo mala administración, sobre todo de la región serrana.
Básicamente, con el trámite denominado de Entrega-Recepción se da inicio a la etapa para trasparentar el manejo de los recursos públicos, recursos que en varias administraciones municipales se estima que no fueron del todo bien manejados o aprovechados para servir a la comunidad.
Más allá del evidente, posible uso de recursos públicos para el proceso electoral, como sucedió en Pinal de Amoles, donde fue notoriamente visto el descarado manejo de apoyos para la aspirante del partido que gobierna en la demarcación, es obvio que a lo largo de tres años se trabajó de manera poco ética y comprometida con su gente.
En este contexto de sospechas, el relevo de mandos municipales tiene una doble carga política, sobre todo en las administraciones donde el “primer damo”, como en Pinal de Amoles y Arroyo Seco demostró su injerencia, no siempre para bien de la esposa gobernante. Habrá que esperar que sale de la Entrega-Recepción.