Por Nohemí Rodríguez Mendoza
Suena la lluvia en el balcón,
en el balcón suena la lluvia,
no para de sonar
parece su tintineo la música del mar.
Suena la lluvia, por la ventana de mi aposento la veo caer,
de pequeñas notas va formando una canción,
mientras respiro tú aliento húmedo
y me miro a tú espalda
corre el reloj y la lluvia no deja de caer.
Tengo ganas de volver a escribirte poesía sobre la piel,
de besarte los labios sin que pare de llover,
de llevarte adentro en esta noche nocturna
que me duela la piel de estar en tú piel.
Suena la lluvia,
cae del cielo un puñado de gotas veraniegas
huelen a tú piel,
un aroma fresco como el rocío de la mañana.
Suena la lluvia,
suena como la música del alba
y se va abriendo la mañana
y yo tengo ganas de volver
a escribirte poesía
sobre la piel
con mis labios.