Siempre y cuando no se presente una reacción alérgica exagerada, estos remedios naturales pueden ayudarnos a aliviar las molestias ocasionadas por las picaduras de abeja. Algunas personas manifiestan reacciones alérgicas severas por las picaduras de estos insectos, en caso de palpitaciones, malestar general y sensación de ahogo, consulta al médico inmediatamente.
- Aceite esencial de lavanda. Por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes puede contribuir a calmar las molestias ocasionadas. Su uso externo disminuye la irritación de la piel y, en gran medida, acaba con la picazón y el ardor. Solo se pone un poco de aceite en un trozo de algodón y aplícalo sobre la picadura.
- Aceite esencial de caléndula. El aceite esencial de caléndula ayuda a mejorar la circulación. Así, aceleramos la recuperación de la piel. De hecho, sus compuestos reducen la hinchazón de la piel y calman el dolor. Poner unas cuantas gotas de aceite de caléndula sobre la zona afectada y masajéalo hasta que se absorba por completo.
- Bicarbonato de sodio. Ayuda a restablecer el pH natural de la piel y, gracias a su acción antiséptica, protege contra las infecciones en casos de picaduras. También mejora la circulación de la piel, por lo que puede llegar a ser muy efectivo cuando se aplica de forma externa, de esta forma, logramos calmar la rojez y la hinchazón de la zona afectada.
- Ajo. Es uno de los mejores remedios para tratar los síntomas que producen las picaduras de abeja sobre la piel. Es un antibiótico natural que protege contra las infecciones y, además, baja notoriamente la inflamación. Tritura un diente de ajo y aplícalo sobre la picadura.
- Zumo de limón. Por sus propiedades alcalinas y su efecto antiinflamatorio, el zumo de limón puede neutralizar el efecto del veneno cuando la picadura es reciente.
- Cebolla. Es rica en compuestos sulfurosos y minerales esenciales que, sobre la piel, restablecen el pH y disminuyen la hinchazón y el picor. Estas propiedades aceleran el alivio de las picaduras de abeja y previenen complicaciones como las infecciones o las alergias crónicas. Corta un trozo de cebolla y aplícalo sobre la zona afectada de la piel.
- Perejil. En las hojas de perejil se concentran sustancias vegetales que ayudan a frenar las reacciones alérgicas cuando las abejas consiguen inyectar su veneno en la piel. Además, tiene un ligero efecto refrescante que controla la comezón y disminuye la hinchazón. Tritura varias hojas de perejil en un mortero y aplica la pasta sobre la picadura.
- Patata cruda. Se utiliza de forma externa para reducir muchas molestias de la piel. Sus compuestos reducen la irritación y calman la incómoda sensación de quemazón y dolor. Corta una rodaja de patata cruda, ponla a enfriar en el congelador y, cuando esté helada, aplícala sobre la parte afectada.