La Peña de Bernal es el vestigio de lo que alguna vez fue un volcán, un coloso geológico que emergió de las profundidades de la Tierra hace millones de años. Según los registros geológicos, este antiguo volcán experimentó un proceso de actividad magmática y erupciones que, con el tiempo y la acción erosiva, dio forma a la monumental estructura que se conoce hoy.
El experto en geología, Roberto Sánchez, egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refirió que este monolito es un testimonio tangible de la dinámica geológica que ha modelado nuestro planeta a lo largo del tiempo.
De acuerdo a los registros geológicos, la Peña de Bernal se originó como resultado de un antiguo volcán que experimentó intensa actividad magmática y erupciones. El magma, rico en sílice, emergió desde las profundidades de la Tierra, solidificándose con el tiempo para formar la traquita que constituye la estructura actual de la Peña de Bernal.
«Lo que contemplamos como la Peña de Bernal es, en realidad, el producto de un proceso geológico complejo», explica Sánchez. «Hace millones de años, esta región experimentó intensa actividad volcánica. El magma ascendió desde las profundidades de la Tierra, dando origen a un volcán que, con el tiempo, se volvió inactivo».
La estructura masiva que emergió de aquellas erupciones, continúa Sánchez, fue esculpida por la erosión: «La acción del viento, el agua y otros agentes atmosféricos desgastaron las capas externas del antiguo volcán, revelando la resistente roca que constituye la Peña de Bernal en la actualidad».
La singularidad de este monolito radica no solo en su origen volcánico, sino también en su imponente altura y la enigmática forma que ha adoptado: «Es un ejemplo extraordinario de cómo los procesos geológicos, aparentemente violentos y caóticos, pueden dar lugar a formaciones naturales de una belleza y singularidad inigualables».
La Peña de Bernal es un monolito de tipo volcánico compuesto principalmente de roca ígnea intrusiva denominada traquita, que se formó durante erupciones volcánicas hace millones de años. Actualmente este monolito tiene un significado cultural y espiritual para la región, además de ser un sitio de peregrinación y festividades locales.
«Desde el punto de vista geológico, la Peña de Bernal es un objeto de estudio valioso para comprender la historia geológica de la región y los procesos que llevaron a la formación de este tipo de características geológicas».
