Queretanos realizan visita a las siete iglesias o templos para recordar a modo de “estaciones”, los distintos momentos de la agonía de Jesús en el Huerto y su posterior arresto.
El Jueves Santo marca el inicio de la Semana Santa y este día se celebra: La Última Cena; El Lavatorio de los pies; La institución de la Eucaristía y del Sacerdocio y la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
De acuerdo con la tradición, las siete visitas representan los siete momentos más importantes en la pasión de cristo: la oración en el Huerto de Getsemaní, la traición de Judas, el juicio ante el Sanedrín, la flagelación, la coronación de espinas, la subida al Calvario y la crucifixión y muerte de Jesús.
Hay que recordar que con el Miércoles Santo, concluye la Cuaresma y, al mismo tiempo, termina la primera parte de la Semana Santa, la Semana Mayor. El día de ayer, jueves, se da inicio al Triduo Pascual, núcleo de las celebraciones litúrgicas de la Iglesia dentro el año.
El Triduo equivale a los días centrales del Año litúrgico en los que celebramos “el misterio de la Pasión, de la Muerte y de la Resurrección del Señor”.
Además, se inicia entrada la tarde del Jueves Santo hasta la irrupción de la alegría Pascual en la noche del Sábado Santo, con la celebración de la Vigilia, gozo que se ha de prolongar el domingo.
En este Jueves Santo se recordó el episodio más oscuro de la vida de Judas Iscariote, el traidor, uno de los Doce discipulos, quien se reúne con el Sanedrín, tribunal religioso judío, y pacta con sus miembros la manera de entregar a Jesús a cambio de 30 monedas.
La finalidad del Jueves Santo es agradecer a Jesucristo el don de la de eucaristía y el sacerdocio, que instituyó aquella noche.