Landa de Matamoros, Qro. – Después de varios años de ausencia, la Delegación de Agua Zarca fue nuevamente escenario de una de las tradiciones más significativas de la Semana Santa: el Viacrucis Viviente. Esta emotiva representación de la Pasión de Cristo volvió a cobrar vida gracias al esfuerzo conjunto de la parroquia local, el ayuntamiento y la participación entusiasta de la comunidad.
Vecinos y visitantes se dieron cita para presenciar esta puesta en escena cargada de fe, simbolismo y reflexión, que no solo honra la memoria de los últimos momentos de Jesús, sino que también fortalece el tejido cultural y espiritual de la región.
La reactivación de esta tradición es vista como un triunfo de la colaboración comunitaria, y un recordatorio de la importancia de mantener vivas las costumbres que dan identidad a los pueblos. Con gran devoción, los habitantes de Agua Zarca demostraron que la fe y la unidad pueden traer de vuelta las raíces que por generaciones han dado sentido a sus celebraciones religiosas.
El Viacrucis Viviente no solo fue una representación teatral, sino una experiencia que tocó el corazón de quienes participaron y presenciaron este acto de profunda espiritualidad.
