Por Heriberto Monroy Vélez
Ha trascendido recientemente que ya se acabó el “pacto de caballeros” en el futbol mexicano, pero la verdad de las cosas es que todavía no, aunque se ha avanzado en algunos aspectos, La situación actual de los futbolistas de la Liga MX es que los clubes se han amparado firmando a sus jugadores con contratos más largos para no verse en la necesidad de estarlos renovando en corto tiempo.
Con este tipo de contratos generalmente ningún jugador queda libre en su equipo al término de los torneos. Solamente los jugadores que no interesen en su club quedan libres al finalizar su convenio y podrán contratarse libremente en otro equipo, pero por lógica los elementos de poco cartel que quedan libres no resultan interesantes para el resto de los competidores.
En estos casos efectivamente ya no aplica el pacto de caballeros porque el club de procedencia no cobra derechos si otro club se interesa por el jugador libre, que con la renovación pueda ser negociado a otro equipo y el propietario de los derechos federativos reciba su participación en la transferencia.
Donde definitivamente no se aplica el pacto de caballeros es en la Liga MX Femenil, pues en esta categoría las futbolistas que no interesan a su club de origen quedan libres al finalizar el convenio y pueden ser contratadas por otro equipo.
Al igual que con los varones en todo el mundo, si existe un contrato vigente puede haber una negociación donde el club adquiriente pague derechos federativos al club que vende.
Donde todavía aplica el pacto de caballeros es cuando un jugador que interesa al club de origen termina su contrato y no quiere renovar.
En este caso, si el club de procedencia le hace una oferta al jugador que terminó contrato, no podrá ser tentado por otro club, es decir, obligan al futbolista a renovar contrato por la oferta que le haga su club, aunque sea poco atractiva, para que con la renovación pueda ser negociado a otro equipo y el propietario de los derechos federativos reciba su participación en la transferencia.