Dedicado a Pedro de Santiago de la Cruz.
Pedro.
A dónde va usted, caballero,
dueño de total gallardía:
acuñó una convicción de acero,
nunca demostró cobardía.
Tan recio comandante,
tu nombre es determinación,
nadie pudo doblarte,
quien lo hizo fue a traición.
Tal respeto no lo gana cualquiera,
eso lo saben tus descendientes
para que todos sepan que en esta tierra también hay hombres valientes.
Hombres de honor.
¡Presente, presente, presente!
Que de nuevo se escuche.
¡Presente, presente, presente!
De quién es este grito.
¡Presente, presente, presente!
Que retiemble con honor.
Estuviste con nosotros,
viviste a nuestro lado,
lo suficiente para
convertirte en leyenda.
Tu nombre se quiebra
cuando lo entona mi voz.
En Tolimán han muerto
tres hombres,
sacrificándose por su tierra,
dando la vida por su patria…
Para que tú y yo
podamos ser hombres libres