Rumbo a las elecciones del próximo 2 de junio, los candidatos presidenciales Claudia Sheinbaum, de Morena; Xóchitl Gálvez, del PAN, PRI y PRD; y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, se preparan para una contienda en la que el recurso financiero jugará un papel crucial. Con un periodo de campaña que se extiende desde el 1 de marzo hasta el 29 de mayo, los aspirantes disponen de una bolsa millonaria para difundir sus propuestas y buscar el voto de la ciudadanía.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha asignado un tope de gastos de 660 millones 978 mil 723 pesos para cada uno de los candidatos presidenciales. Esta cifra fue aprobada por la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del órgano electoral, en concordancia con lo establecido por la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE).
Según esta ley, el tope de gastos de campaña para la elección presidencial equivale al 20% del financiamiento público de campaña asignado a los partidos en el año electoral. En este contexto, el INE ha destinado un monto total de 3 mil 304 millones 893,614 pesos para gastos de campaña de los partidos políticos. Esta medida busca garantizar que los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado y que se mantenga una contienda equitativa entre los contendientes.
El órgano electoral asume la responsabilidad de vigilar el uso adecuado de los recursos públicos durante el proceso electoral, con el objetivo de asegurar una competencia justa entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez. Este escrutinio busca mantener la transparencia y la igualdad de condiciones entre los candidatos, fortaleciendo así el ejercicio democrático en el país.
Con estos recursos asignados, los candidatos deberán planificar estratégicamente el uso de sus presupuestos para llegar de manera efectiva a la ciudadanía y presentar sus propuestas en un ambiente de competencia equitativa.