El periodista Director General
Andaba cambiando de giro
Cuando la catrina huesuda
Lo invito a su altar de muerte.
El confiado como siempre fue
No se negó a tan amorosa invitación
Sin saber que al hoyo se lo llevo.
A que don Víctor Manuel le grito
La calaca flaca que se lo jaló.
El Director Adjunto conocido como Misael
Andaba en tierras del valle sagrado
Cuando al atardecer se enfrió
Por el abrazo de una ánima flaca.
Eran tiempos de altares y flores
Por toda la región del semidesierto
Y entre magueyes, huizaches y cactus
El mercadólogo bailo con la calaca fea.
Escarbando pirámides, tumbas y templos
Estaba la Editora del espacio cultura
Era de día pero la oscura sombra de una catrina
Le pidió su compañía para ir al más allá.
Crisna Donají era en su vida terrenal
Sin saber que en el campo santo sería
Una nueva y bella arqueóloga huesuda.
Le iba de la patada como buen chiva de monte
Pero no renegaba de su rebaño tapatío
Aunque no ganara en el torneo de primera
Heriberto fue una gran amante de la calavera.
Como Sub Director hizo mucho al deporte
Que tanto promovía sin desvelo todo el día
Pero la huesuda lo llevo al estadio chiva
Donde lo cobijo con su hermoso velo.
Leal, solidaria y muy amable era en vida
Pero de nada le sirvió para evadir a la parca
Que la seguía de noche y de día a la pobre
Martha que le sonreía como secretaria.
No hubo poder humano que la salvara
La emprendedora colaboradora finalmente
Se tropezó en el hoyo donde la calaca
La esperaba con harta alegría como en vida.
Del diseño surgía su mayor virtud
Pero del taco de billar tampoco huía
Era Felipe un gran amigo y colaborador
Hasta que al hoyo se cayó por un mal diseño.
Ser amigable, tolerante y creativo era su valor
Hasta que por aguantar al ingrato jefe
Tuvo que salir corriendo al panteón.
De cultura, narrativa y poesía harto sabían
Eran Diana, Pedro y Cesar los que cantando
Salieron sin vida en abrazo de la flaca calaca.
Ni la bella sonrisa y persona de Diana
Ni la elocuencia en décima de Pedro
Ni la flamante narrativa de Cesar
Pudieron calmar la sed insaciable de la parca.
Al final dos bellas y talentosas chapines
Se incorporaron al MENSAJERO DE LA SIERRA
Dejando una grata esencia de color y poesía
No sin antes sentir el helado abrazo de la catrina.
De su obra quedan muchos recuerdos
Sobre todo recordando y alabando
A los ancestros y Nawales mayas
Que no impidieron caer en la muerte de noviembre
Eran Anaité y Milagro esas lucidas chapinas.
Aunque la muerte se adelantó con varios
Recordamos con amor, respeto y admiración
A don Vicente Flora, Víctor Chávez, Santiago Odórico
Sin olvidar a Sostenes Hernández “chote” y a Víctor Flores.
Por los tiempos de solidaria colaboración.
VMSB 2018.