Calaveras 2018 del MENSAJERO DE LA SIERRA GORDA.

El periodista Director General

Andaba cambiando de giro

Cuando la catrina huesuda

Lo invito a su altar de muerte.

El confiado como siempre fue

No se negó a tan amorosa invitación

Sin saber que al hoyo se lo llevo.

A que don Víctor Manuel le grito

La calaca flaca que se lo jaló.

 

El Director Adjunto conocido como Misael

Andaba en tierras del valle sagrado

Cuando al atardecer se enfrió

Por el abrazo de una ánima flaca.

Eran tiempos de altares y flores

Por toda la región del semidesierto

Y entre magueyes, huizaches y cactus

El mercadólogo  bailo con la calaca fea.

 

Escarbando pirámides, tumbas y templos

Estaba la Editora del espacio cultura

Era de día pero la oscura sombra de una catrina

Le pidió su  compañía para ir al más allá.

Crisna Donají era en su vida terrenal

Sin saber que en el campo santo sería

Una nueva y bella arqueóloga huesuda.

 

Le iba de la patada como buen chiva de monte

Pero no renegaba de su rebaño tapatío

Aunque no ganara en el torneo de primera

Heriberto fue una gran amante de la calavera.

Como Sub Director hizo mucho al deporte

Que tanto promovía sin desvelo todo el día

Pero la huesuda lo llevo al estadio chiva

Donde lo cobijo con su hermoso velo.

 

Leal, solidaria y muy amable era en vida

Pero de nada le sirvió para evadir a la parca

Que la seguía de noche y de día a la pobre

Martha que le sonreía como secretaria.

No  hubo poder humano que la salvara

La emprendedora colaboradora finalmente

Se tropezó en el hoyo donde la calaca

La esperaba con harta alegría como en vida.

 

Del diseño  surgía  su mayor virtud

Pero del taco de billar tampoco huía

Era Felipe un gran amigo y colaborador

Hasta que al hoyo se cayó por un mal diseño.

Ser amigable, tolerante y creativo era su valor

Hasta que por aguantar al ingrato jefe

Tuvo que salir corriendo al panteón.

 

De cultura, narrativa y poesía harto sabían

Eran Diana, Pedro y Cesar los que cantando

Salieron sin vida en abrazo de la flaca calaca.

Ni la bella sonrisa y persona  de Diana

Ni la elocuencia en décima de Pedro

Ni la flamante narrativa de Cesar

Pudieron calmar la sed  insaciable de la parca.

 

Al final dos bellas y talentosas chapines

Se incorporaron al MENSAJERO DE LA SIERRA

Dejando una grata esencia de color y poesía

No sin antes sentir el helado abrazo de la catrina.

De su obra quedan muchos recuerdos

Sobre todo recordando y alabando

A los ancestros y Nawales mayas

Que no impidieron caer en la muerte  de noviembre

Eran Anaité y Milagro esas lucidas chapinas.

 

Aunque la muerte se adelantó con varios

Recordamos con amor, respeto y admiración

A don Vicente Flora, Víctor Chávez, Santiago Odórico

Sin olvidar a Sostenes Hernández “chote” y a Víctor Flores.

Por los tiempos de solidaria colaboración.

VMSB 2018.

 

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