Pedro Marín Zárate (escritor y recopilador de material del libro Batiburrillo
En sus 4,500 millones de años de vida, la tierra ha tenido muchos males y aquí sigue.
El hombre es parte del problema, contribuye al deterioro, al cambio. El hombre se mueve de acuerdo a intereses y en este caso particular, quien más intereses tiene, más contribuye, más aceleran el proceso.
Hay dos elementos importantes y fundamentales que intervienen en este proceso, esos elementos tienen nombre y se llaman DINERO Y PODER. Los controlan unos cuantos rabadanes del dinero y del poder. Son entes deshumanizados, no tienen patria, ni sentimientos, su dios es la avaricia y su religión el individualismo.
Después de esta digresión, tal vez necesaria, hay que estar claros dónde estamos parados, al lado y a favor de la Madre Tierra o en su contra.
De aquí depende el cómo abordar nuestras tareas, el compromiso con una sociedad a la cual nos debemos.
Nuestra manera de pensar y ser debe ir de acuerdo a nuestras acciones e intereses colectivos y de acuerdo a los saberes y valores ancestrales.
Tradición es también defender a nuestros maíces y nuestras semillas criollas que nos dan identidad y son la base de la biodiversidad, versus los transgénicos.
Nuestros maíces son nietos
de la mata de teocintle,
del maíz cacahuatzintle
de maíces blancos, prietos
que se ven en grandes retos
con barbecho, con arado
y con el surco sembrado.
Por la paciente labor
del yuntero y sembrador,
el maíz ha perdurado.
P.M.Z.
