Pedro Marín Zárate (escritor y recopilador de material del libro Batiburrillo
La palabra es el instrumento o herramienta con que nos comunicamos los seres humanos. Otros seres también se comunican (los animales), sólo que éstos no utilizan palabras. Se valen de señales o ruidos no articulados.
La palabra es producto de la evolución y por tanto tiene un contenido histórico y social muy fuerte. Es el ropaje que envuelve las ideas y éste puede ser rústico o muy engalanado, con colguijes y adornos. Las ideas se pueden expresar con palabras sencillas, en una brillante prosa o en florido verso.
La evolución de la palabra va de la mano con el hombre desde que éste se baja de los árboles y empieza a caminar erguido. Es parte de la oralidad, no necesariamente tiene que ser escrita, porque la escritura aparece mucho después.
Como producto social, se ha manejado de acuerdo a diferentes intereses y se le da el valor que a cada quien conviene.
La palabra tiene un abanico muy amplio de significados que se utilizan para referir diferentes circunstancias, desde medio para comunicarse y entenderse los humanos; para dar nombre a las cosas. Es un sonido o conjunto de sonidos que expresan una idea.
La palabra se mueve dentro de un listado de valores:
Palabra de honor, expresa un sentido positivo de la persona; palabra de hombre (no de macho); mi palabra sí vale; sí es de palabra; di o empeñé mi palabra; cuando la palabra no se cumple, se vuelve mentira; con tu palabra basta; tener una sola palabra, ser sincero, decir la última palabra, pocas palabras (al buen entendedor), faltar a la palabra, palabras mayores.
Expresiones que dan un sentido negativo a las personas:
No tiene palabra; palabra hueca; palabra sin sentido; pura palabrería; hablar con palabrotas; torció la palabra; faltar a la palabra; no tener palabra.