Bolero de corazón:
Salomón Landaverde Benítez ofrece su servicio en Jalpan de Serra, Qro.
- A sus setenta años de edad, don Salomón pertenece a la última generación de ciudadanos que sufrió la llama poliomielitis, enfermedad que afortunadamente ya ha desaparecido en nuestro país. Hoy a pesar de cierta incapacidad física ejerce el honroso oficio de aseador de calzado.
Jalpan de Serra, Qro. Originario de Acatitlan del Río, Jalpan de Serra, don Salomón Landaverde Benítez apoya su economía como “bolero”, oficio que le da la oportunidad de mantenerse para sobrevivir.
Soltero, bajo una condición física de discapacidad en sus piernas, derivado de haberse contagiado desde muy pequeño de poliomielitis, o polio, que como se sabe es una enfermedad discapacitante y potencialmente mortal causada por el virus de la poliomielitis o poliovirus, Don Salomón le hecha ganas a la vida.
El virus que le efecto desde niño que causa parálisis (no se pueden mover partes del cuerpo) lo ha imposibilitado de realizar otros empleos, pese a ese problema, durante varios años en la CDMX trabajó como obrero, empleo que lo ayudo a salir adelante, inicialmente.
Desde hace más de 50 años, allá por los años setentas, don Salomón comenzó a trabajar como “aseador de calzado”, allá en la capital del país, y desde entonces no ha dejado de prestar sus servicios como “bolero”.
Cabe hacer notar que en México, la poliomielitis por PVDV es prácticamente inexistente, debido a que se tienen elevadas coberturas de vacunación, alcanzadas por el programa permanentes de vacunación con la vacuna de poliovirus inactivados trivalente (tIPV) y por las campañas de dosis adicionales de vacuna trivalente de poliovirus atenuados .
En 1990 se detectaron los dos últimos casos de polio en México. Uno fue un niño de cuatro meses en la ciudad de Tecomán, Colima, en septiembre; el otro fue un niño de trece meses en la población de Tomatlán, Jalisco, en octubre. De acuerdo con sus familias, los dos niños estaban vacunados, según datos oficiales. La poliomielitis está erradicada en México desde hace 30 años gracias a las estrategias permanentes de vacunación y a las Jornadas Nacionales de Salud Pública.
Hoy, don Salomón Landaverde Benítez, por cierto, de impecable limpieza con botas baqueras, en su modesto “puesto”, ubicado en el Jardín principal de la cabecera municipal, junto con un par de colegas, ofrece su oficio para atender a ciudadanos y turistas que vistan la región. Felicidades. vmsb