Un grupo de artesanos del municipio de Querétaro ha condicionado su aceptación del nuevo mercado artesanal a la obtención de 50 licencias para la venta en vía pública, reveló Martín Arango, secretario de gobierno de la capital. La petición fue negada, lo que ha generado tensiones entre el grupo y las autoridades locales.
Martín Arango detalló que se ha mantenido un diálogo constante y transparente con todos los grupos de artesanos. Sin embargo, este grupo en particular solicitó, a partir del lunes, permisos para vender en la calle, una medida que contraviene el objetivo principal del nuevo mercado: concentrar a todos los comerciantes en un único sitio.
“Es uno de los varios grupos con los que hemos tenido pláticas. Nos dicen que si les damos estas licencias para la vía pública, ellos van a acceder a este espacio”, explicó Arango.
El nuevo mercado artesanal está programado para iniciar operaciones la última semana de este mes. El lugar, ubicado en el cruce de las calles Allende y Arteaga, en el centro histórico, contará con 200 espacios para comerciantes, además de áreas destinadas a actos culturales, artísticos y exposiciones de arte, cultura y gastronomía.
El proyecto ha implicado una inversión de 12 millones de pesos, financiada conjuntamente con el gobierno del estado, para acondicionar adecuadamente el sitio y ofrecer un espacio digno para los artesanos y visitantes.
La negativa de las autoridades a otorgar licencias de venta en vía pública tiene como objetivo principal fortalecer el mercado artesanal, promoviendo la centralización de las actividades comerciales y mejorando la experiencia tanto para los comerciantes como para los compradores.
Con la apertura del nuevo mercado, se espera impulsar la economía local y ofrecer un espacio organizado y seguro para que los artesanos puedan exhibir y vender sus productos, promoviendo la riqueza cultural y artesanal de Querétaro.
La postura de las autoridades es clara: fomentar un entorno de trabajo conjunto y organizado que beneficie a todos los involucrados, evitando la dispersión de las actividades comerciales en las calles, lo que podría generar desorden y problemas logísticos.