Contadas por José Hurtado
En una noche obscura escuchamos el “ruidaso” que traían las gallinas en el corral, como pudimos nos paramos sin ponernos los zapatos corrimos al corral, a la poca luz de la luna vimos una silueta grande en el corral.
Pensamos que era un coyote, y sí, en efecto era un coyote. Nos medió organizamos y tratamos de atraparlo pero en el alboroto se salieron algunas gallinas y uno que otro guajolote. Uno de los niños le aventó un huarache y corrió a agarrarlo.
Les dijo mama ya tengo al coyote, pero cuando el pobre animal sintió que lo apretaban empezó a protestar y se dieron cuenta que en realidad se avía escapado el coyote y a quien tenían atrapado era sólo un guajolote.