- Sin importar la inversión que se realizó para construir esta carretera interestatal, se pierde la oportunidad no sólo mejorar la conectividad de la región sino el potencial turístico que ofrece.
Peñamiller, Qro. Por lo que se ve a nadie le preocupa y menos le interesa arreglar el desbastado y descuidado pavimentado de la carretera interestatal Tolimán-Peñamiller. Para quienes transitan por esa zona, es cada vez más preocupante recorrer esa carretera por los innumerables derrumbes, baches, hoyos y hasta vegetación a casi medio camino.
De los 35 kilómetros aproximadamente de esta carretera, sólo unos cuantos metros están moderadamente en buenas condiciones lo demás está en perfecto descuido y sin nada de mantenimiento.
Llama la atención que esta carretera, por el hermoso y único paisaje que recorre no haya sido considerada, incluso como una excelente ruta turística y deportiva para promover el ciclismo de montaña, por ejemplo.
Numerosos derrumbes, piedras, arbustos y hasta una par de trechos a punto de provocar la rotura del camino en zonas de arroyo, forman parte del estado físico que guarda la carretera Tolimán-Peñamiller.