Microbiólogos recomiendan acciones específicas y evitar el uso no justificado de antibióticos ante el peligro de infecciones gastrointestinales severas, tétanos y enfermedades dérmicas.
Estudiantes de Microbiología de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) alertaron sobre el riesgo que enfrentan tanto la población como los voluntarios en el área afectada por la inundación de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en Valencia, España, y definieron una línea de acción multifacética que mitigue los peligros infecciosos, la cual abarca desde la provisión de agua potable y alimentos seguros, hasta la implementación de medidas preventivas.
El estudio “Análisis de Riesgo Epidemiológico Infeccioso de las comunidades de Valencia afectadas por la DANA 2024 y Propuesta de Manejo en Salud Pública” -bajo la dirección de la Dra. Karina Acevedo Whitehouse, investigadora de esta Alma Mater- advierte que la exposición que enfrenta esa ciudad española “es significativa, pero no insuperable”, tras los efectos del pasado 29 de octubre, que dejaron más de 200 muertos y cerca de dos mil desaparecidos en esa región.
Sobre el documento que desarrollaron 18 alumnos de la Licenciatura en Microbiología, el director de la FCN, Dr. José Guadalupe Gómez Soto, precisó que la investigación concluyó el pasado 09 de noviembre y pretende entregarse a la embajada de España en México, con el fin de mostrar el interés frente a este desastre y la capacidad de la comunidad universitaria en la búsqueda de soluciones de nivel internacional.
El fenómeno meteorológico conocido como DANA se genera por diferencias en la temperatura y la presión atmosférica. En busca de contrarrestar las afectaciones, se propone evacuar a la gente afectada, asegurar el acceso al agua potable y comestibles limpios, retirar -de manera apropiada- los cadáveres de personas y animales, establecer centros de atención médica y abrir centros de acopio de insumos.
Desde el punto de vista infeccioso, la investigación señala que la mayoría de las personas que fallecen durante un desastre como las inundaciones, lo hacen como resultado de un ahogamiento o trauma y sus cuerpos representan una probabilidad menor de contagio de infestaciones. Sin embargo, la putrefacción de los restos de animales domésticos y silvestres sí es un foco de infecciones con microorganismos oportunistas que puedan generar cuadros de enfermedad.
Los análisis bacteriológicos realizados en el agua, el barro y en muestras de frutas y verduras en la zona identificaron la presencia de varios agentes peligrosos, que pueden causar infecciones gastrointestinales severas, tétanos, dolor muscular, Hepatitis A, rotavirus, dengue y zika, con consecuencias que pueden llegar a ser mortales, sin olvidar los malestares dérmicos por contacto de esos elementos con la piel erosionada.
En busca de prevenir las enfermedades, la propuesta hace hincapié en la importancia de evitar el uso no justificado de antibióticos, ya que los metabolitos -compuestos químicos descompuestos- de los medicamentos utilizados son eliminados generalmente a través de la orina y en el ambiente actual se genera un escenario ideal para el surgimiento de resistencia a estos fármacos, así que se demanda utilizarlos de forma racional.