26 de septiembre, Querétaro – La política en el estado de Querétaro vivió un momento crítico luego de que el Partido Acción Nacional (PAN) y sus aliados decidieran suspender la sesión de instalación de la LXI Legislatura, en un movimiento que ha sido calificado como una «crisis constitucional» por parte de Edgar Inzunza Ballesteros, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena.
El conflicto se originó cuando el PAN, al no contar con los votos necesarios para controlar la Mesa Directiva, decretó un receso unilateral hasta el 2 de octubre. Esta decisión fue recibida con duras críticas por parte de Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde, quienes, tras las elecciones del 2 de junio, lograron la mayoría en el Congreso estatal.
Inzunza Ballesteros acusó al PAN de intentar eludir la voluntad popular expresada en las urnas. Señaló que la maniobra del partido es un «intento desesperado» por conservar el poder, a pesar de haber perdido su mayoría electoral.
Este evento ha dejado al Poder Legislativo sin Mesa Directiva, generando un clima de incertidumbre sobre el futuro de la gobernabilidad en el estado. Con el receso impuesto hasta octubre, los ojos están puestos en cómo se resolverá este conflicto, que ha puesto en jaque el funcionamiento del Congreso de Querétaro.
