Ola de calor pone en riesgo a las mascotas

La dirección de protección, cuidado y control animal del municipio de Querétaro, hace un llamado a la ciudadanía para poner especial atención en las mascotas ante la temporada de calor, ya que también son propensos a sufrir golpes de calor sin el cuidado adecuado.

Por lo anterior el director de la unidad, Enrique Guerrero, titular de la dependencia, emite las siguientes recomendaciones para evitar episodios de golpes de calor en mascotas, identificando los síntomas y describiendo como se debe actuar en estos casos.

Como precaución se debe monitorear la temperatura de los perros es indispensable, ya que su temperatura normal oscila entre los 38 y 39 grados centígrados, por lo que de superar esta temperatura se podría propiciar el malestar. No dejar a las mascota expuestas al sol, esperando dentro de vehículos, atados, ni en azoteas.

El paseo de mascotas debe hacerse durante la temporada de calor en horarios de menor sensación térmica, esto puede ser durante las primeras horas del día, es decir hasta las 9 de la mañana, o por las noches, durante las últimas horas del día. Cabe menciona que este tipo de conductas son sancionadas en la capital queretana, e incluso algunos casos considerarse maltrato animal.

Es indispensable mantener agua fresa, disponible y accesible para las mascotas, sin que esté expuesta al sol. A diferencia de los humanos, no es necesario refresca el agua con hielo, basta con tentar el agua, y que este fresca al tacto humano.

Al igual que los seres humanos, las mascotas más vulnerables a son aquellas de edad avanzada, con sobrepeso, o con problemas cardiorrespiratorios, ademas de razas de perros con nariz chata. Algunos de los síntomas de golpes de calor en mascotas son el jadeo constante, aturdimiento, confusión, tambaleo, ansiedad, salivar de manera excesiva, enrojecimiento de encías, piel caliente al tacto, ritmo cardiaco acelerado, y dificultad para moverse.

En caso de presenciar un golpe de calor, se debe mantener a la mascota en un lugar freso, con ventilación o corrientes de aire, refrescar a la mascota bajo un chorro de agua fresca, posteriormente mantener fomentos de agua fresca, no fría, sobre las almohadillas de sus patas, axilas, cabeza y hocico.

Una vez que se consiga disminuir la temperatura del perro, será de suma importancia llevarlo a valoración con un veterinario, para cerciorarse de que no se genere algún daño muscular, cerebral, hepático, respiratorio, o problemas de circulación. Todo esto para evitar el fallecimiento del animal.

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