Votos y bultos…
Alianza, coalición, independientes, solos o acompañados, todos, todos necesitan el voto de la ciudadanía para poder acceder al poder, al gobierno o a la representación popular.
Aunque a partir del 2018, el proceso federal comenzó a evidenciar más claramente un vasto pragmatismo partidario, profundizado y magnificado en la elección del año 2021, con la “alianza” entre “adversarios antagónico” – ideológicamente hablando), PAN, PRI y PRD, para este 2024 la concentración de decisiones cupulares, sin el consenso y aceptación de las bases, será seguramente un fuerte revés en la participación ciudadano. Quien se precie de ser una persona honesta, digna y sobre todo congruente no aceptara, por ejemplo, votar por quienes históricamente han sido sus “enemigos”. Creer que un militante de “corazón”, votara por un candidato que es de “otro” partido al suyo, por el que se enorgulleció alguna vez, cambiara sólo porque sus “líderes” (nacionales) asumieron sin consultar o preguntar sobre una “alianza” con sus adversarios, es un error. Triste será el escenario, además de un abierto hartazgo de la gente por el tema de la política, ahora se sumara el incongruente “amor” entre enemigos, todo por no haber sabido dar resultados cuando tuvieron la oportunidad de mostrar su verdadero compromiso. vmsb