- Se encontraron materiales indicativos de producción de vidrio a gran escala, como parte de un relleno usado para nivelar el terreno donde se instaló la montaña rusa, de La Feria en 1964.
- Con el tiempo, dicha fábrica de vidrio crecería al convertirse en proveedora de empresas como la Casa Pedro Domecq y Cervecería Modelo.
Elementos modestos de arqueología industrial, dieron pie a una investigación detectivesca que ha permitido sacar a la luz la historia, casi desconocida, de la Fábrica Nacional de Vidrio, la cual operó entre 1936 y 1968, décadas antes de que el Departamento del Distrito Federal cediera terrenos de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, al proyecto Papalote Museo del Niño.
El contexto que atañe a evidencia de la vieja Fábrica Nacional de Vidrio, fue dado a conocer por la arqueóloga Liliana Márquez Escoto. En el “Salvamento Arqueológico La Feria de Chapultepec” se encontraron materiales indicativos de producción de vidrio a gran escala, como parte de un relleno usado para nivelar el terreno donde se instaló la montaña rusa, en 1964.
Bajo esa atracción, se registró el hallazgo de vidrio, escoria y pequeños fragmentos de material poroso, compactado y sellado con nombres de marcas de venta y vidrio derretido en la capa exterior (tabique refractario).
Los crípticos monogramas VM y FANAL, sellados en los fondos de vasos y botellas, fueron prácticamente las únicas pistas de las que partió Liliana Márquez para reconstruir la historia de esa fábrica, la cual solo algunos viejos locatarios del Mercado Constituyentes recordaban por su chimenea de acero color naranja, y que se localizaba en la esquina de avenida Madereros (hoy Constituyentes) y Periférico, donde hoy se encuentra el Papalote Museo del Niño.
Así, la historia comenzó a descorrerse en archivos públicos y privados, como el del Grupo Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y el Despacho Legorreta Arquitectos, el General de la Nación (AGN) e Histórico de Notarías, además de acervos hemerográficos, para dar cuenta del establecimiento de la Fábrica Nacional de Vidrio en 1936, en terrenos del otrora Rancho del Castillo y Lomas de Santa Ana, el cual fue parte de la Hacienda Molino del Rey, en el siglo XIX.
La arqueóloga Liliana Márquez consultó el acta constitutiva que acredita que la Fábrica Nacional de Vidrio quedó establecida como sociedad anónima el 27 de mayo de 1935, con un capital inicial de 60,000 pesos, acciones repartidas entre cinco socios: dos industriales de origen español, Rutilo Malacara y Carlos C. Cubillas, y el resto mexicanos, Francisco Fuentes Berain, Virgilio M. Galindo y Antonio Berenguer Campos. El registro de la marca FANAL se realizó hasta 1975, dejando asentado que la sociedad anónima tenía ya cuatro décadas.
Con el tiempo, dicha fábrica de vidrio crecería al convertirse en proveedora de empresas como la Casa Pedro Domecq y Cervecería Modelo. Para 1955, su capital ascendía a 15 millones de pesos, tres años antes sus obreros intentaron una huelga, y entre 1967 y 1969 fue víctima de incendios que terminaron por arruinar sus áreas de hornos y bodegas. INAHA
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