La muy promocionada pero poco afortunada campaña de lo que se anunció como Primer Informe del senador Mauricio Kuri González, al menos en la región serrana dejo mucho que desear, sobre todo por su parcial y evidente partidismo.
Siguiendo la estrategia que utilizo desde su pasada campaña rumbo al Senador de la República, o sea menospreciando a la región serrana, el empresario en funciones de político, se reúsa a dar la cara a la gente no panista. Igual que en “la campaña”, Kuri González sólo se “junta” con los albiazules.
Y como bien los señalo el columnista, Edmundo González Llaca, el Senador por Querétaro dijo haber promovido al menos 224 iniciativas, siendo una mentira ya que según datos de la Cámara Alta únicamente intervino como promotor de 5 iniciativas. Durante su “informe” en la región serrana fue contundente en sus cuestionamientos al gobierno federal, pero poco propositivo en cuanto a lo que se tiene que hacer y trabajar por el bien de la gente serrana.
Lo que realmente llama la atención es que en los logros de su tarea como legislador, Kuri no haya hecho ninguna mención a su intervención en la política exterior de México, lo que es absurdo y sorpresivo, cuando una de las responsabilidades fundamentales del Senado es analizar la política exterior del Ejecutivo. “En el único tema en el que Kuri González se ha mostrado fogoso y determinante es en la designación de Rosario Piedra en la CNDH, por lo demás su discurso es más insulso que una dieta sin carbohidratos”, refiere el citado columnista político.
En general, el ya presunto aspirante a la gubernatura del estado, Mauricio Kuri González está bajo la lupa porque es evidente que algunos, como él, temen que se les abra a ellos mismos, o a sus correligionarios, algún expediente por corrupción y otras cosas (dígase huachicoleo o Caja Libertad, por ejemplo) . En su visita a la sierra no causo buena impresión por haberse “encerrado” con puros panista, negando con ello informar a toda la serranía en general. Mostrándose como un un legislador mediocre, ausente de compromisos, un buen negociador al interior de su partido y un publirrelacionista digno de ocupar el cargo en alguna empresa trasnacional, afirma González Llaca.