La XII versión de la Caravana de Migrantes volvió a cumplir su cometido original que es el de resguardar la seguridad e integridad de los migrantes que visitan su tierra natal en esta temporada decembrina.
El gobierno federal, a través de la Policía Federal y Ejercito Mexicano supo cumplir con el compromiso de resguardar el largo y numeroso contingente que integró este 2019 la Caravana de Migrante.
Desde luego también se registró el acompañamiento de elementos de la Policía Estatal de Querétaro, así como de Bomberos y Protección Civil del municipio de Corregidora y san Ciro de Acosta, SLP.
La organización de la XII Caravana de Migrantes, sin duda, desde el apoyo del Consulado mexicano y el gran despliegue de seguridad que brindo el gobierno federal, dejo un grato sabor de boca, según los propios paisanos. También el apoyo en las mesas de atención de la Presidenta Municipal de Jalpan de Serra y de la Regidora de Arroyo Seco, Chely Amador y Ofelia del Castillo, respectivamente, así como de la representante de Arroyo Seco, fue bien visto.
Sin embargo no podía faltar el “prietito en el arroz” como lo dejaron ver los empleados y “servidores públicos” aduaneros que no perdieron la oportunidad de “ganarse a la mala” dinero, extorsionando a los migrantes que traían mercancía y artículos a nuestro país so pretexto de evitarse trámites engorrosos y costosos vía impuestos.
En este contexto, urge revisar la actuación de los funcionarios adunaros que distorsionan y deforman el compromiso del gobierno federal que busca a toda costa terminar con la corrupción en todos los niveles.
Sin duda, los migrantes con tal de evitarse trámites caros y engorrosos prefirieron “sobornar” a los aduaneros con tal que pudieran pasar al lado mexicano sus regalos y artículos para sus hogares, pero es justo y necesario eliminar esos lastres de la cultura de la corrupción aduanal.